Cuanto paga europa a rusia por el gas
Cuánto gas suministra Rusia a Europa
El suministro de gas en Europa se encuentra en una coyuntura crucial, ya que los Estados miembros de la UE tienen que decidir si rechazan o cumplen la exigencia de Rusia de pagar el combustible en rublos. Kadri Simson, Comisario de Energía de la UE, ha sugerido que los Estados miembros no cumplirán, lo que hace aún más urgente que la UE ponga fin a su dependencia del gas ruso.
Cumplir la exigencia rusa de rublos por gas violaría las propias sanciones de la UE. Sin embargo, los países que se nieguen podrían verse privados del suministro ruso. El 27 de abril, Moscú interrumpió sus exportaciones de gas a Bulgaria y Polonia. Putin advirtió que haría lo mismo con otros países europeos que se negaran a pagar en rublos. El 10 de mayo, Reuters informó de que Alemania ya está preparando un plan de crisis en caso de que se interrumpan bruscamente las importaciones de gas ruso.
La UE importó aproximadamente 155.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural de Rusia en 2021. Esto supone alrededor del 40% del consumo total de gas de la UE, con una dependencia que se eleva al 65% en Alemania. Las importaciones de petróleo y gas ruso de la UE alimentan directamente el gasto militar del Kremlin, lo que subraya el imperativo de reducirlas.
Importaciones de gas de Alemania por país
Rusia suministra un importante volumen de combustibles fósiles a otros países europeos. En 2021, fue el mayor exportador de petróleo y gas natural a la Unión Europea,[1] y el 40% del gas consumido en la UE procedía de Rusia[2].
La empresa estatal rusa Gazprom exporta gas natural a Europa. También controla muchas filiales, entre ellas varios activos de infraestructuras[cita requerida] Según un estudio publicado por el Centro de Investigación de Estudios de Europa del Este, la liberalización del mercado del gas de la UE impulsó la expansión de Gazprom en Europa al aumentar su cuota en el mercado descendente europeo. Estableció filiales de venta en muchos de sus mercados de exportación, y también invirtió en el acceso a los sectores industrial y de generación de energía en Europa Occidental y Central. Además, Gazprom creó empresas conjuntas para construir gasoductos y depósitos de almacenamiento de gas natural en varios países europeos[3].
La dependencia de los combustibles fósiles rusos plantea riesgos de seguridad energética para Europa[4]. En varios conflictos, Rusia recurrió al cierre de oleoductos, lo que motivó a la Unión Europea a diversificar sus fuentes de energía[5]. La rápida expansión de las energías renovables en el mercado energético europeo permitiría reducir las importaciones. Como reacción, Rusia está ampliando su capacidad de exportación hacia China, ya que sólo tiene un gasoducto[6][4] La invasión rusa de Ucrania en 2022 provocó la disputa del gas entre Rusia y la Unión Europea. La Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía presentaron planes conjuntos para reducir la dependencia de la energía rusa, reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios en el plazo de un año, y por completo en 2030[7][8] En mayo de 2022, la Unión Europea publicó planes para acabar con su dependencia del petróleo, el gas natural y el carbón rusos en 2027[9].
Los pagos de la UE por el gas ruso
Los plazos de décadas del continente para revisar los sistemas de suministro de energía que dan sustento a más de 440 millones de personas se están acelerando bajo una presión extraordinaria. La política está cambiando en tiempo real, mientras los líderes políticos de las capitales europeas adoptan nuevas posturas cada día y los misiles aterrizan en Kiev.
Mientras un viceprimer ministro de Moscú amenazaba el lunes con detener los flujos de gas natural a través del gasoducto Nord Stream 1, que suministró el 38% del gas importado a la Unión Europea el año pasado, los responsables políticos de Bruselas daban los últimos toques a un nuevo plan para reducir el gas ruso en más de dos tercios durante los próximos nueve meses. Mientras tanto, en Washington y Londres se anunciaron el martes prohibiciones al petróleo ruso, sin esperar a que los aliados europeos movieran ficha. La postura de la mayor economía de la UE ha cambiado rápidamente durante la crisis, con Alemania comprometiendo 200.000 millones de euros para adelantar su objetivo de conseguir un 100% de energía renovable en más de una década.
Si antes de la guerra Europa tenía un programa político a largo plazo para rehacer sus recursos energéticos a mediados de siglo en respuesta al calentamiento global, ahora la cuestión energética es aún más urgente: ¿Qué se puede hacer para el próximo invierno y más allá, en aras de cortar la economía rusa de su mayor fuente de comercio? ¿O tal vez incluso para el mes que viene, si el presidente ruso Vladimir Putin cumple sus amenazas de responder a las sanciones de la UE y Estados Unidos con un embargo energético propio?
Exportaciones de gas ruso por países 2022
La compañía energética estatal rusa, Gazprom, ha anunciado que va a reducir la cantidad de gas natural que entrega a Europa a través del gasoducto Nord Stream. A partir del miércoles, el flujo de gas se limitará a sólo el 20% de la capacidad de ese gasoducto.
Aunque los rusos culpan a las sanciones occidentales de la reducción -sanciones que se impusieron en respuesta a la invasión rusa de Ucrania-, ésta es sólo la última de una serie de medidas para utilizar la energía como garrote geopolítico, en este caso contra Alemania.
Los alemanes están instalando cuatro terminales flotantes de importación de gas natural licuado que esperan que estén operativas este año. En general, los ciudadanos alemanes son partidarios de que el país deje de depender del petróleo y el gas rusos, dijo Kristine Berzina, del German Marshall Fund. Ahora mismo, la clase media alemana está pagando la factura.